Hace 30 años comenzaba en las Islas Malvinas una guerra en la que Argentina e Inglaterra lucharon por la ocupación de los archipiélagos.
En 1833 Inglaterra ocupó militarmente las Islas ubicadas en el sur del continente americano. Geográficamente es un territorio perteneciente al territorio argentino, pero Inglaterra lo ocupa ilegalmente desde hace casi dos siglos.
Hoy se conmemora y se recuerda el día del veterano y caído de guerra. Aquella guerra que comenzó el 2 de abril de 1982, cuando Argentina y el país del Reino Unido protagonizaron un conflicto bélico innecesario.
Argentina estaba bajo el control militar desde el 24 de marzo de 1976, cuando los militares tomaron el poder del país a través de un golpe de estado. Desde aquel entonces nuestro país mantuvo un modelo económico neoliberal, el cual a comienzos de la década del 80 comenzó a desgastarse y a mostrar sus máximos signos de agotamiento.
El 30 de marzo de 1982, tres días antes de que Argentina llegue y ocupe el archipiélago del sur, miles de personas marcharon hacia Plaza de Mayo bajo la consigna “Paz, pan y trabajo”. Como era de esperarse, la convocatoria sufrió represalias dejando centenares de heridos.
Ya no daba para más la dictadura. Eras tiempos de cambios. Fue entonces cuando el gobierno de facto dirigido en ese entonces por Leopoldo Fortunato Galtieri decidió ocupar las Islas Malvinas. El pensamiento de Galtieri y la cúpula militar era mantener al pueblo argentino distraído en la guerra y que deje de protestar contra la dictadura. En fin, tratar de hacer lo mismo que hicieron con el Mundial de fútbol de 1978, cuando los militares usaron este evento para “tapar” todas las atrocidades que se cometían en el país.
Por el lado británico, quien comandaba todas las acciones era la Primer Ministra conservadora Margaret Thatcher, política que estaba en el cargo desde 1979. Thatcher, durante el conflicto, concurrió a la zona de batalla para que los militares ingleses le muestre cómo funcionaban ciertas armas. Nada de paz.
Argentina arribó a las islas el 2 de abril de 1982, pero los ingleses no tardaron en enterarse de esto y mandaron a parte del ejército inglés para combatir. Los soldados argentinos fueron mal preparados, sin comida, fueron a sufrir frío y sin entrenamiento. Una locura.
El 2 de mayo se produjo un gran golpe para los soldados argentinos. Fue el hundimiento del barco General Belgrano por parte de los ingleses a través de una bomba submarina. En este hecho murieron 325 soldados argentinos.
74 fueron los días que duró la guerra, hasta que el 14 de junio de 1982 Argentina firmó un acta de rendimiento. Era el fin de algo innecesario, sin sentido y con muchos intereses en juego.
Tanto Galtieri como Thatcher se jugaban su continuidad en los cargos políticos correspondientes, y fue así que la inglesa logró en 1983 la reelección. Todo lo contrario pasó con el “presidente” argentino, ya que renunció a los pocos días y fue el principio del fin para una época sangrienta y la más violenta en Argentina. El 10 de diciembre de 1983 volvió la democracia a nuestro país.
“Estamos ganando. Seguimos ganando. Los ingleses se rindieron”, eran los titulares de muchos diarios y revistas argentinas, demostrando así la complicidad que había en aquel entonces de algunos medios con la dictadura.
Actualmente, Argentina sigue reclamando por la soberanía de las Islas Malvinas. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner siempre pide dialogar con Inglaterra para discutir la soberanía. “Es un día para la memoria, la verdad, la justicia y para reconocer y recordar a todos los jóvenes que dieron la vida por la patria”, declaró hoy la primera mandataria en un acto realizado en Ushuaia.
El saldo de la guerra dejó 649 soldados argentinos y 255 británicos muertos. NUNCA MÁS.
