Por Lucas ABBRUZZESE
Son de esos días históricos, de
esos que quedarán guardado en la memoria para siempre, de esos que te hacen
emocionar, de esos que te dan ganas de llorar y estar reboleando la remera y
cantando junto a los argentinos presentes en los lugares de los hechos.
El triunfo por 2 a 1 de Las Leonas
sobre Gran Bretaña hace que este seleccionado argentino de hockey femenino se
asegure subir a un podio olímpico por cuarta vez consecutiva, ya que en los
Juegos de Sídney 2000 obtuvo la medalla de plata y en los de Atenas 2004 y de
Beijing 2008 la de bronce. En estos de Londres irán por ese oro que tanto
merecen cuando enfrenten, el viernes a las 16.10, a su ya clásico rival
Holanda. Además, la mejor jugadora de hockey de todos los tiempos se merece una
dorada. Luciana Aymar, que encima pasado mañana soplará treinta y cinco
velitas, buscará que cerca de las 19 se esté cantando el himno nacional
argentino.
Lo de la Generación Dorada de
básquet no para de sorprender. Acaba de vencer a Brasil por 82 a 77 y
clasificarse para la semifinal del certamen, en el cual se medirá ante el
vencedor de Estados Unidos y Australia. Ya se aseguraron (en caso de perder en
las semis) disputar un partido por la de bronce, pero no vaya a ser cosa de
enfrentar al dream team y ganarle como hace 8 años en la capital griega. Nunca
se sabe, y menos con estos pibes que llevaron al basquetbol argentino a lo más
alto a nivel mundial. Y lo mantienen, que es lo más difícil. Imposible no emocionarse con estos deportistas que, a pesar de tener un elevado promedio de edad, dejan todo en cada partido y se sienten orgullosos de defender la celeste y blanca.
Lo que nunca se borrará de la
memoria de todos los argentinos son estos dos equipos nacionales. Dos de las
mejores generaciones que dio el deporte argentino de todos los tiempos. Porque
dentro de 20, 30 o 50 años se va a hablar y recordar de “aquella selección de
hockey de Lucha Aymar” o se va a decir: “yo vi jugar a la Generación Dorada de
Scola y Ginóbili”.
Otra cosa que jamás se esfumará de la
cabeza es que un 8 de agosto de 2012 los argentinos derrotaron y vieron
llorar a las británicas y a los brasileros.