Abran las escuelas, así filmamos a los pibes y a las pibas
en otra movida de marketing, exponiendo no solo a la niñez y la juventud sino
lo poco que les importa la educación y lo demasiado que les gusta las cámaras.
Abran las escuelas, así podemos seguir viendo cómo los
medios masivos de (des)información callan lo esencial y alardean una política
de globos amarillos mucho más cerca del cotillón que de lo esencial. Es que, en
esta, lo esencial está a la vista y no es invisible a los ojos: en el último
presupuesto presentado en Ciudad, la pauta publicitaria recibió un aumento de 2.140
millones de al mismo tiempo que al Plan Sarmiento le quitaron 372 millones.
Abran las escuelas, ¿o no ven que el macrismo no tiene
presupuesto para garantizar la conectividad de todes? Si no no se explica –o sí-
que lo recortado al Plan Sarmiento y a Infraestructura Escolar haya sido
destinado a las escuelas privadas.
Abran las escuelas, así también rompemos el cerco mediático
y logramos seguir mostrando el estado en el que están las escuelas en el
distrito más rico del país, el mismo que en el global de los últimos dos años
le recortó un 72% al presupuesto de Infraestructura educativa.
Abran las escuelas, pero no para los y las 20 mil pibes y
pibas que no tuvieron bacante en el sistema estatal de educación durante el
2020.
Abran las escuelas, a ver si ahí sí empiezan a entregar
computadoras, esas que el larretismo, por decisión política, dejó de entregar
en el 2019 en otro recorte presupuestario para algo que no les interesa: la
educación.
Abran las escuelas, menos las 47 rurales que cerró María
Eugenia Vidal durante su gestión en provincia.
Abran las escuelas, ¿o aún no se dieron cuenta de que nunca
cerraron y que, mientras el PRO recortó presupuesto, adentro de las escuelas
los bolsones de comida se siguieron repartiendo, les docentes no frenamos nunca
y los insumos que debiera garantizar el macrismo nunca llegaron?
Abran las escuelas, así cumplimos con el anhelo de
integrarnos al mundo. En el Reino Unido, durante noviembre, mes de clases y
escuelas abiertas, hubo dos grupos etarios que fueron los que más contagios
sufrieron: 5-12 años y 13-17.
Hipocresía. No cabe otro calificativo. Porque días antes de que el PRO, con Mauricio Macri a la cabeza, sacara una carta con la exigencia de “Abran las escuelas”, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, con Horacio Larreta como mandamás, presentó el presupuesto más bajo de la historia destinado a educación.