lunes, 24 de marzo de 2014

¿Por qué Nunca Más?

Por Lucas Abbruzzese
“…quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: nunca más”. Con estas palabras cerraba el fiscal Julio César Strassera su petitorio en 1985 para exigir condena perpetua contra la Junta Militar que el 24 de marzo de 1976 tomó a la fuerza el poder en la Argentina. Hoy se cumplen 38 años y el Nunca Más ya se hizo libro.

Nunca Más desaparecidos. Nunca Más porque dictadura es retroceder, es desaparición, es persecución, es tortura. Es muerte. Nunca Más porque no se puede volver a repetir que intereses ajenos a los del país invadan con sus decisiones que afectan a los trabajadores, al pueblo y a los más necesitados. Nunca Más gobiernos sin el voto popular.

Nunca Más, tal como se grita cada 24 marzo con su asistencia a los actos cada vez más multitudinaria. Nunca Más se vocifera para pensar en las causas y consecuencias de por qué se llegó a eso. Nunca Más golpes de estados. Nunca Más para que no se sigan prologando las diferencias de clases, para que las industrias nacionales no dejen de existir, para que la desocupación no crezca, para que la pobreza no aumente. Nunca más porque tiempo después todo se paga y de la peor manera: con gente en la calle, sin trabajo.

Nunca Más Videla, ni Massera, ni Agosti, ni todos los genocidas que persiguieron, torturaron y mataron. Nunca Más la complicidad civil que ayudó (y sin ella hubiese sido difícil que todo se lleve a cabo) a los militares. Nunca Más la mirada hacia otro lado de la sociedad con la excusa de “si total a mí no me hacen nada”. Nunca Más los que hoy piensan que vuelvan los milicos para que se ordene todo. Nunca Más al principal causante de desigualdades, pobreza y desocupación.


Nunca Más un desaparecido, aunque sigan habiendo. Nunca Más la quema de libros, la prohibición de artistas, la censura a la prensa. Nunca Más el amiguismo de los medios de comunicación que blindaron al poder político de entonces por miedo y por no denunciarlo. Señoras y señores: NUNCA MÁS.