Por Lucas ABBRUZZESE
En uno de sus viajes de estudio,
realizados a principios de la década de 1880, que tuvo en su adolescencia hacia
Inglaterra y Estados Unidos, Barón de Coubertin, un pedagogo y escritor
francés, observó en las universidades de esos países la importancia que le
daban al deporte. De regreso, Pierre de Fredy escribió, en 1888, el libro “la
educación en Inglaterra” y quiso poner en práctica esa rutina deportiva en su
país, pero no lo escucharon y siguió insistiendo. El segundo intento fue el 25
de noviembre 1892, cuando, mediante una conferencia de prensa, expresó la idea
y el deseo de restablecer los Juegos Olímpicos. El pensamiento no era nuevo, ya
que a mediados del siglo 17 otros pensadores ya habían propuesto lo mismo.
Pierre de Coubertin
La tercera fue la vencida porque,
el 23 de junio de 1894, Coubertin se reunió con Sociedades Atléticas de París y
pidió por el regreso de los Juegos Olímpicos, ante la presencia de 2 mil
personas y 74 delegados deportivos de 12 países diferentes. Y de esta manera,
luego del visto bueno, quedó conformado y creado el Comité Olímpico
Internacional (COI), el cual estuvo compuesto por un representante de cada uno
de esas 12 naciones más el Barón de Coubertin.
Lo que anhelaba el ya creador del
olimpismo moderno fue que la primera edición tuviese lugar en París en el año
1900. Sin embargo, pensaba que los primeros Juegos debían organizarse en
Atenas, debido a que es la cuna del deporte y donde se realizaba el evento en
la antigüedad. Y así fue, ya que la primera edición olímpica fue la de Atenas
1896. Además, Coubertin consideraba que el primer presidente del COI debía ser
griego, por lo que designó a Demetrius Vikelas para que presidiera el máximo
ente deportivo a nivel mundial. Este político fue el mandatario entre 1894 y
1896, y también logró contactar al millonario griego George Averoff para que
pusiera a disposición de la primera cita olímpica un millón de Docmas (moneda
de Grecia de aquellos tiempos) para financiar los Juegos y que se remodele el
estadio de Panathinaikos.
Coubertin y compañía en uno de los congresos de Paris
De esta manera pasaron 1502 años
entre la última edición olímpica (394 después de Cristo) y la de Atenas 1896,
siendo el primer ganador de una prueba el estadounidense James Connolly en
salto triple. Y así fue como Coubertin quedó para la historia como el creador
de los Juegos Olímpicos de la era moderna. El escritor presidió el COI hasta
1925 y murió el 17 de febrero de 1937 en Lausana.
El argentino que
estuvo en la fundación del COI
La Argentina
fue el único país iberoamericano que formó parte de la fundación del Comité
Olímpico Internacional (COI), junto a doce países más, en 1894. Su
representante en el primer Consejo Ejecutivo fue el Doctor José Benjamín Zubiaur, quien se desempeño en ese cargo hasta 1907.
En los
primeros juegos olímpicos, los de Atenas 1896, Argentina no tuvo
participantes. En la edición siguiente, la de París 1900, se produjo la primera
presencia olímpica por parte de un deportista argentino. Fue la de el esgrimista
Francisco Camet, compitiendo en Londres 1908. Luego, en Amberes 1920, compitieron
otros dos atletas aislados. Pero en París 1924, la Argentina formó la primera delegación organizada, y de ahí en
adelante hasta la actualidad ha sido participe en todos los juegos, exceptuando
a Moscú 1980, en donde se adhirió al boicot político realizado por algunos
países.
Argentina
ostenta hasta ahora 66 medallas (17 doradas), incluyendo las obtenidas en los
últimos JJOO de Pekín 2008. Su primer puesto premiado fue en 1900 y su primera
presea de oro en 1924. El país está representado por el Comité Olímpico
Argentino (COA).
José Benjamín
Zubiaur, cuyo nacimiento fue en 1856 y fallecimiento en 1921, fue un educador
argentino, promotor del deporte, la educación física y el olimpismo moderno.
Además, como se mencionó antes, formó parte de los trece integrantes originales
que fundaron el Comité Olímpico Internacional (COI).
Zubiar
En 1889 el
gobierno argentino (presidido por Julio Argentino Roca) lo designó, junto con
Alejo Peyret, para representar a su país en la Exposición Universal de París.
Participó del Congreso Internacional para la Propagación de los Ejercicios
Físicos en la Educación, cuyo organizador era el Barón Pierre de Coubertin,
futuro inspirador de los Juegos Olímpicos modernos. Allí Zubiaur conoció al Barón de Coubertin, quien lo designó para integrar en 1894 el primer Comité
Olímpico Internacional, único representante de un país iberoamericano, cargo en
el que se desempeñó hasta 1907.
Además, de la
composición original se desprende que Hungría, Nueva Zelanda y
República Checa comparten con Argentina la misma condición de acreedores del
COI: aún no organizaron los JJOO.