Nota de opinión
Por Lucas ABBRUZZESE
Cada partido que pasa River juega peor. Parece que contra Atlanta llegó a su piso. ¿Habrá llegado? Esperemos que sí. No hay que dramatizar la situación porque River tiene un grupo de jugadores bárbaros y un cuerpo técnico que sabe dónde está y que se juega.
Ezequiel Cirigliano. Ese me parece el nombre y apellido por el cual River bajó mucho su rendimiento. No es que está jugando mal, sino todo lo contrario, EL PROBLEMA ES QUE NO JUEGA. “Me simplifica las cosas. Es un jugador que siempre levanta la cabeza y da pases entre líneas. Me facilita mucho las cosas”, declaró hace un par de semanas Alejandro Domínguez. El “Chori”, con estas opiniones, demostró lo importante que es el juvenil en el equipo. Más para el 10 de River, porque con la presencia de Cirigliano en el mediocampo no tiene que bajar tanto a buscar la pelota y puede jugar de lo que es, UN DELANTERO.
A Almeyda se le presenta un lindo problema, ya que la salida de Cirigliano le dio lugar a la entrada de David Trezeguet. Y con Leonardo Ponzio en un gran nivel, ¿A quién debería sacar el director técnico? O juega con línea de 3, o saca a Ponzio, o alguno del tridente Cavenaghi-Domínguez-Trezeguet debe salir. CIRIGLIANO TIENE QUE JUGAR.
El bajo rendimiento de Fernando Cavenaghi se puede explicar desde el punto en el que no se siente cómodo jugando con Trezeguet. El capitán de River es el que baja a buscar la pelota dejándolo al franco-argentino como delantero de área. Y lo que más cómodo le sienta a Cavenaghi no es retroceder en busca de la pelota, sino estar en el área esperando el momento para quedar mano a mano con el arquero. Definir, eso que más sabe y le gusta al exjugador del Internacional de Porto Alegre.
Aunque la salida de Cirigliano me parezca el motivo fundamental por el que River juega mal, también hay otros jugadores que están en un bajísimo nivel como Lucas Ocampos y Carlos Sánchez. Son los dos volantes que juegan por las bandas, pero se desmarcan muy poco, no se sacan hombres de encima y muy pocas veces llegan al área, ya sea para finalizar un jugada como para desbordar y tirar un centro.
Se sabe que el sistema que mejor le sienta a este plantel es el 4-4-2. Es con el que ha jugado gran parte del campeonato y con el que mejores partidos ha logrado. Almeyda debe volver a este planteo y sacar a alguno de los tres de adelante.
Hace varios partidos que River no tiene una identidad de juego. No muestra circulación de pelota ni desmarque sin pelota. Matías Almeyda debe meter mano en el equipo pensando que comienza la recta final de la competencia. El pelado sacará adelante a este equipo, sin dudas.
El próximo compromiso del millonario será mañana por los octavos de final de la Copa Argentina contra Quilmes. Y el sábado enfrentará a Huracán por la vigésimo novena fecha del torneo de la B Nacional en el estadio Monumental.