domingo, 29 de diciembre de 2013

La desfachatez

La improvisación, el momento

En el fútbol de las últimas décadas parece que todo lo relacionado con la táctica, lo físico y la estrategia es más importante que lo que al futbolista le sale en el momento del partido, cuando todo aquello practicado en la semana depende de la inspiración del jugador y de lo que el rival deje hacer.
Protagonistas capaces de ganar un cotejo en una jugada aislada, el desfachatado es aquél futbolista que no se preocupa por lo que le explicaron en un pizarrón sino que durante poco más de 90 minutos trata de entender el juego y moverse para desequilibrar en cada instante. “Se puede planificar un partido de lunes a sábados. El domingo se juega”, enseñó alguna vez Dante Panzeri, uno de los periodistas argentinos más brillantes.



Un sinvergüenza con la pelota, así se los podría definir a los protagonistas que poco caso les hace a los directores técnicos. Ariel Ortega es quizás el máximo exponente de la Argentina luego de Diego Armando Maradona. El Burrito enloqueció con sus gambetas y hasta los días actuales sigue quebrando su cintura y picando la redonda como en sus comienzos, pero en espectáculos benéficos. No tienen posición fija ni le hacen caso a los pizarrones, sino que su instinto y capacidad con el balón con los pies hacen la diferencia.

Imposible dejar afuera de esta lista a los Messi, los Iniesta, los Owen los Bochini, los Ronaldinho o el enorme Johan Cruyff. ¿Cuánta es la verdadera influencia de un entrenador sobre ellos? ¿Qué se les puede corregir? ¿Cómo tratarlos? Una vez, Ortega se negó a ser reemplazado cuando lo dirigía Ramón Díaz: el desenlace fue que se quedó en la cancha y marcó un gol en un River-Racing que terminó 4-3. Cómo olvidarse de Juan Román Riquelme, quien con su velocidad mental rompe con las tácticas en cada momento. Se DIVIERTEN en cada instante, algo que cada vez se va perdiendo más en el fútbol.

¿Cómo es posible hablar de tácticas, estrategias y planificación cuando el desfachatado define todo en el momento? ¿Dónde quedó aquél “plan” cuando la pelota la agarra Pelé y empieza a esquivar rivales? Lo que está claro es que el fútbol es de los jugadores. Ellos ganan, pierden o empatan. “La disciplina –explicaba Panzeri- no hace a ningún jugador de fútbol. Solamente mejora a los que eran jugadores antes de disciplinarse”. Engaño es el calificativo que mejor le caben.

Hace algunos días, Josep Guardiola, en referencia a sus cuatro años como DT del Barcelona, expresó: “No fue la era Guardiola, sino la era de Messi”. El ahora jefe del banquillo del Bayern Munich tiene más claro que todos que los verdaderos protagonistas son los que se mueven sobre el verde césped. Sus aportes pueden basarse en la identidad de un equipo, la corrección (nunca enseñar) de errores de un futbolista y la disposición en el terreno de los intérpretes. Cuando la pelota empieza a rodar, los desfachatados resolverán el asunto.

Por Lucas Abbruzzese

martes, 3 de septiembre de 2013

Ella, la maestra

Ella está agradecida de que desde hace un lustro haya aparecido un equipo como el Barcelona. Ella se siente querida cuando viaja a Rosario para ser tratada por un equipo como Newell´s y no estar más tiempo por el aire que por el verde césped. A ella no le gusta ser maltratada, anhela a los mejores. Ella es la pelota.


“Antes, la pelota esperaba que los jugadores quisieran usarla. Ahora los jugadores esperan que la pelota quiera hacer lo que ellos no saben. Y si la pelota no quiere y los jugadores no saben, el destino es el cero y las manos frías del silencio. Por eso, el fútbol es más interesante para leerlo y oírlo que para verlo”. Así de crítico y tajante fue la frase del periodista Dante Panzeri, por 1971. Ya eran tiempos que escaseaban, a comparación de década anteriores llenas de magia y talento, los futbolistas de mucha calidad y que le brindaban algo al espectáculo. Imagínense lo que diría hoy una de las plumas más interesantes que tuvo el país.

Ella, la pelota, a la que una vez le criticaron que no doblaba en la altura, quiere ser bien tratada. Desea que arriba de ella haya una suela que la mime y le dé un buen destino. Ansía que primero la amase el Lobo Ledesma en el medio y su destino sea un Juan Román Riquelme o un Andrés Iniesta, para que Messi de un pase a la red. “La beso porque cada vez la tratan peor”, disparó una vez el actual número 10 de Boca, ése que se cansa de pisarla y de entregarla perfecta a un compañero. El enganche, admirador de uno de los enlaces del Barcelona, la cuida con su cuerpo y le da una caricia con su botín derecho.

Los pelotazos le duelen. Cada vez que vuela sin un objetivo, sacándosela de encima, debe pensar: “¿Qué mal les hice yo como para que me maltraten?”. ¿Qué opinará de esos conjuntos y técnicos que afirman ser un equipo que juega sin pelota, a la que consideran un arma secundaria? Se escucha, de lejos, la pelota siempre va al jugador. Claro, al buen jugador. ¡Y cómo no va a ir allí si es con quien se siente querida y protagonista!

Cada pretemporada que pasa, salvo excepciones, en vez de salir a rodar luego de un tiempo de inactividad sigue escondida en los bolsos, porque las que salen a la cancha son las pesas, las mancuernas y los fierros. “¿Juegan conmigo o con elementos de gimnasio durante los partidos?”, se pregunta –resignada- en ésos casos.

Ella debe correr más rápido que los jugadores. Ella, la pelota, necesita la velocidad de uno o dos toques para tratar de llegar mejor a su destino, la red. Ella extraña a Fernando Redondo. ¡Qué admiración sentirá por esos que meten un chanfle, casi como con desprecio! Una vez la llamaron la Caprichosa y con cuánta razón. La dominan los que saben, sin importar si el escenario sea un potrero o un césped parecido al de un billar. “Uno se da cuenta si sabe o no jugar al fútbol si doma correctamente al balón”. Recuerden el gol de Maradona, el que le convirtió a los ingleses, el mejor de todos los tiempos, en el que la pelota iba picando sobre el césped del estadio Azteca como si llevara dentro un zapo, pero que era acompañada por una zurda que no entendía de dificultades a la hora de domesticarla.

La redonda, el esférico, la número 5, la bocha y otros tantos sinónimos se utilizan cotidianamente para nombrarla. Es –como explicaba Panzeri- la mejor profesora de los futbolistas. Pelota, pelota y pelota se necesita para mejorar, no aprender, la técnica y las habilidades. Es la maestra, el objeto que a más niños es el mundo les gusta.

viernes, 14 de junio de 2013

Panzeri, cada día más presente

El libro que Matías Bauso escribió sobre Dante Panzeri, el periodista más significativo y representativo que tuvo el periodismo especializado en deportes en la Argentina, con el nombre de Dirigente, Decencia y Wines fue presentado anoche en el barrio porteño de Recoleta ante la mirada de muchísima gente que también aprendió y se llenó la mente de reflexiones con los comentarios de una mesa de lujo. 
De izquierda a derecha: Panozzo, Scher, Bauso, Iucht y Latorre

Panzeri fue, es y será aquél de la dinámica de lo impensado, aquél que explicaba que “el fútbol es momento y no hay ciencia que pueda enseñarlo”, aquél que se opuso con argumentos y hasta con discusiones cara a cara con los propios militares sobre la organización del Mundial de Fútbol de 1978 en el país –falleció dos meses antes de su inauguración-, aquél que proponía que “al fútbol se lo salva desalentando su mercantilización”, aquél que decía que Europa le vende libros a Sudamérica de cómo jugar mientras que ellos se llevan los futbolistas de acá. Fue, es y será un docente y un ejemplo a seguir para una sociedad que cada vez está más confundida y con los valores para cualquier lado. Leerlo a él es una obligación.

El primero que se animó a agarrar el micrófono para abrir el juego fue el editor e integrante de la Editorial Sudamericana, lanzadora de la obra que recopila cientos de notas y pensamientos de Panzeri, Marcelo Panozzo, que le indicó a la mesa que den sus sensaciones sobre Dante. “Lo descubrí hace poco y desde un primer momento le creí, algo que es muy difícil en la sociedad actual. Me impactó su lucha en soledad con tal de (de no traicionarse, de no vender sus ideas)”, declaró Diego Latorre, exfutbolista y actual comentarista. El exjugador de Racing, Boca, Tenerife y Fiorentina, entre otros, hasta se animó a decir que “él me enseñó cosas del juego”: “Me hubiese encantado tomar un café con él y que me evalúe”.

La sala, con la presencia Flavia Panzeri –hija de Dante- escuchaba atentamente cada comentario y cada frase porque daba gusto. El periodista Román Iutch, que trabaja en Radio Continental, sintetizó su primer comentario en algo que le surge seguido: “Siempre me pregunto `¿qué diría Panzeri?´ Qué diría de los actuales dirigentes, de la decencia (o no) de ellos, de los wines”. Más abarcativo y el que se ganó los primeros aplausos gracias a su poder de reflexión y mirada de las cosas fue el docente también trabajador de los medios de comunicación Ariel Scher, quien una de los primeros conceptos que manifestó fue que “Panzeri creía que el periodismo y el deporte eran herramientas para un mundo diferente”.

“Estamos contentos porque estamos con Panzeri. Ninguno de nosotros puede serlo porque existe un contexto diferente y unas debilidades mayores. Pero él está todo el tiempo con nosotros. Panzeri nos hace pensar”, se explayó el profesor de la escuela DeporTea. Scher siguió con el “¿Qué diría?” que comenzó Iutch y agregó: “Qué diría de los que dicen ganar como sea, de los que dicen `era el partido que debíamos ganar´”.
Luego se animó y superó los nervios Bauso, el autor del libro y quien alcanzó a leer alrededor de diez mil artículos escritos por Panzeri: “Él es actual y nunca va a dejar de serlo. Él por primera vez llamó delincuentes a las barras bravas, mientras que otros los denominaban hinchas caracterizados. Sus últimos años de vida fue perdiendo centralidad porque nosotros cambiamos como sociedad”.

Panozzo quiso saber un poco más sobre los conceptos tácticos y hablar del juego y para eso les cedió las contestaciones a los otros protagonistas del quinteto. Latorre dijo claramente: “Era mentira que Panzeri no creía en la táctica. Estaba en contra del hombre-pieza, de que se lo moviera en un pizarrón como fichas de ajedrez”. “¿Qué diría del Barcelona, de Mourinho, de Guardiola?”, siguió preguntándose Iutch, a quien Bauso atrevió a contestarle: “Le encantaría el Barsa porque en Fútbol, Dinámica de lo impensado (uno de los dos libros que escribió Panzeri) escribe y explica algo del juego de posesión, de los wines y de una forma que se asemeja a la de los catalanes”.

Así se fue cerrando la presentación de Dirigentes, decencia y wines, justamente las tres piezas que decía Panzeri que le faltaba al fútbol argentino. De ésta manera es como se puede incitar y seguir expandiendo el legado que dejó aquél periodista que nunca estuvo del lado del poder. Panzeri, cada día más presente.

Por Lucas Abbruzzese

lunes, 13 de mayo de 2013

¿Sirve?


Por Lucas Abbruzzese
La organización del fútbol argentino, a cargo de la AFA, implementó en el último tiempo un par de medidas que no son de fondo para acabar con la violencia dentro del deporte más popular del país: la AFA Plus y el Minuto de silencio por piernas caídas. ¿Sirve?

¿Qué se quiere lograr lanzando una tarjeta magnética para “controlar que los violentos no ingresen” a las canchas? Parece que la cuestión real y que parte de las raíces no se quiere tocar. La complicidad de los dirigentes, políticos, periodistas y policías con los delincuentes -barras bravas es desde donde parte el negocio y la barbarie. ¿Por qué no solucionar desde allí el inconveniente? ¿Costo político? ¿Comodidad? Sin convicción ni ganas no se va a ningún lado. El presidente de Independiente, Javier Cantero, cortó los hilos y lazos con la hinchada y su jefe (Pablo Bebote Álvarez) de la institución al asumir en enero del 2012. Al momento de seguir con la erradicación de los agresores se quedó sin el apoyo de sus colegas. ¿Se quiere terminar con el tema? ¿Hay voluntad?

La Asociación de Fútbol Argentino, a cargo de Julio Humberto Grondona desde 1979, piensa que con realizar un minuto de silencio previo a los cotejos (ya no se hacen más) se terminará y se concientizará a quienes desbordan de violencia. ¿De qué sirve la acción si antes del inicio del partido hubo un ineficaz accionar policial o un no cacheo a quienes realmente hay que custodiar?

Ahora, la nueva gran medida severa parece y quieren hacer creer que es la tarjeta denominada AFA Plus y explicada como el “nuevo sistema biométrico de ingreso a los estadios”, con la cual, conjeturan, se van a acabar todos los desmanes. Además, desde hace un par de meses, algunos hinchas son seleccionados (¿según la cara? ¿O qué?) en las inmediaciones de una cancha para apoyar el dedo gordo de una de las manos para que en una máquina resalte “acceso permitido” o “acceso denegado”. Supuestamente los violentos están todos marcados y filmados. Siguen yendo a todos lados con sus banderas y bombos como si nada. ¿Servirá desde el próximo torneo una tarjeta? ¿Verdaderamente se acabará la violencia en el fútbol argentino?

¿No es mejor que ellos dejen de financiar a las barras? ¿Y si se juntan junto con el estado nacional para evocar verdaderas medidas que finalicen con un tema que preocupa a millones? ¿Hay capacidad para resolverlo? ¿Cambiarle la mentalidad a una sociedad cuánto tarda?

viernes, 26 de abril de 2013

Panzeri, el protector de la picardía


Fútbol, dinámica de lo impensado es un libro escrito en 1967 por el ya fallecido gran periodista Dante Panzeri. Lo escribió no con la idea de aprender a jugar al fútbol, sino a empezar a mirarlo de otra manera que la actual. Todo lo que criticó en aquél entonces se encuentra elevado diez veces más en los días que corren.

“Este libro no sirve para nada”, se atrevió a escribir en el principio y en el final de una pieza fundamental que cualquier persona a la que le guste el deporte más popular del mundo debe leerlo. El excelente escritor, entre variadas y decenas de definiciones, describe al fútbol como “una lucha de imprevistos”, en la cual ganan los más pícaros Y desde este punto de partida criticó a la mercantilización y comercialización sin piedad que se empezó a adueñar de todo lo relacionado al juego: “Nos quieren hacer creer que hasta lo espontáneo se puede organizar”.

¿Quién sabe de fútbol? se pregunta en su Dinámica de lo impensado. Cree no saber la respuesta, aunque opina que entiende el que “encuentra al futbolista, lo coloca adonde más rinde y sacan su máximo rendimiento”. “La táctica es el arte de poner bien las cosas”, Él consideraba a Carlos Peucelle, exfutbolista y entrenador que una vez enseñó que “lo imprevisto no admite planificaciones salvo el imprevisto mismo”, como uno de los más sabios porque, entre otras cosas, “no corregía, enseñaba”.

“Nos quieren hacer creer que hay un fútbol antiguo y uno moderno. El fútbol siempre es el mismo, el bien o mal jugado”, reprochaba Panzeri, que recaía sobre los que consideraban que el deporte de la redonda número 5 es según la época y que cambia con el tiempo. “El fútbol bien jugado necesita del pelotazo, de la gambeta, del que corre, del que ordena, del que piensa”, argumentaba. Para formar a un futbolista –explicaba Dante Panzeri- “la mejor maestra es la pelota”. Necesita de ella miles de horas: “El mejor es el que sabe dominarla”.
“Para ser serio tiene que ser un juego”, describe Panzeri sobre el fútbol. Acusa a la seriedad, causada por los millones de pesos que se manejan y que sólo mejoró la calidad humana, de arruinar al futbolista porque no es libre para crear ni equivocarse debido a que está más pendiente en lo material que en la diversión dentro de un espectáculo.

Panzeri creyó que son fundamentales las camarillas, ese “grupo de jugadores que se junta para el bien del grupo”. Quizá en la actualidad se confunde que un protagonista es camarillero cuando busca quilombo. “Desde que no están el fútbol es angustia y eso divide”, explicó de manera brillante su significado y agregó que sin ellas no puede haber ni gestarse grandes equipos. Los directores técnicos no eran de su máximo agrado. Los calificaba como “gesticuladores”. Explicaba que los verdaderos DT están sobre el verde césped, donde se decide todo sobre un partido. Tampoco se olvidó de los preparados físicos, esos que “forman atletas en vez de futbolistas”. “El fútbol es fundamentalmente una actividad del talento y secundariamente una actividad física”, manifestaba.

Panzeri dejó, deja y dejará una huella imborrable en cada ser humano que al menos haya leído o leerá alguno de sus textos o libros. “Las personas mueres cuando son olvidadas”, se escucha muchas veces por ahí. El gran Panzeri jamás será abandonado porque sus ideas, sus convicciones, sus críticas y sus análisis nunca se borrarán de la mente de nadie.

Algunas de sus mejores frases extraídas del libro“Al fútbol profesional se lo debe salvar desalentando su materialismo”“Europa nos vende libros de cómo jugar al fútbol y Sudamérica les da jugadores”“El gol no se busca porque es una casualidad o un accidente del juego”“En los entrenamientos modernos escuchamos gritar ´que no gambetee´, ´que no hable´. Un cuartel  militar”“La eficacia se produce por la homogeneidad de lo heterogéneo”“El jugador ideal es el que tiene físico y es virtuoso como Pel锓Ahora se marca con más hombre y eso no es marcar mejor sino miedo a perder”“La cultura deteriora a la verdad”

domingo, 14 de abril de 2013

A 35 años de la muerte de Panzeri

Por Lucas Abbruzzese

Dante Panzeri, nacido en 1921, falleció un día como hoy pero de 1978, a pocos meses de la realización del Mundial de Fútbol de Argentina, al cual él se opuso con la justificación de que era un gastadero de plata innecesario. Hasta tuvo el coraje de enfrentarse a militares (la dictadura estaba presente en el país desde el 24 de marzo de 1976) que le fueron a exigir que cambie su postura. Un símbolo, un ejemplo a seguir.


*¿Qué pasaría si el gran Dante Panzeri se levantase de su tumba y observara que todo lo que él ya criticaba desde sus tiempos en los que ejerció el oficio como ninguno se encuentra expresado diez veces peor en la actualidad? ¿Qué pasaría si notara no que cada vez hay menos wines, sino que no hay salvo excepciones? ¿Qué opinaría del entrenador Josep Guardiola, él que tanto tuvo bajo la lupa a los directores técnicos y los calificaba como "gesticuladores"? ¿Qué pensaría si viera que en las canchas del fútbol argentino que la redonda vuela más de lo que rueda? ¿Qué pasaría si notase que el negocio se adueñó de todo y que el fútbol gira a su alrededor? ¿Qué pasaría?

De las decenas de juicios en contra que padeció, ganó y salió ileso de la mayoría. Simplemente por algo: el periodista argumentó todo con mucha claridad y no le tenía miedo a las grandes mafias que empezar a asomar por el deporte, sobre todo del más popular del mundo. Fue (y es) docente, no sólo del periodismo, sino de la vida, de los valores y de las formas. Panzeri, como dice Ariel Scher, está presente hasta cuando uno juega a la pelota.

Fútbol. dinámica de lo impensado es una de sus obras literarias extraordinarias y una de las mejores maneras de abrir la cabeza para saber dónde se está parado y qué y cómo se observa. Panzeri causa reflexión en su lector. Le propone que mire al deporte de otra manera. Exige diversión y rompe la barrera de juego y trabajo. **

Desde aquí (*) hasta aquí (**) es un artículo escrito para 11wsports que salió publicado en el homenaje a Dante Panzeri (http://www.11wsports.com/futbol-latinoamericano/que-significa-panzeri-1.html)

martes, 26 de marzo de 2013

¡Movete, pibe!


Por Lucas Abbruzzese


   En el fútbol si hay algo que es clave es la movilidad. Para encontrar espacios se necesita dinámica, entrar y salir de la jugada, arrastrar marcas para causar la sorpresa de otro jugador. Moverse sin balón. Lionel Messi, el mejor futbolista del mundo desde hace más de un lustro, no se caracteriza por moverse así, ya que cuando posee la redonda saca diferencias impresionantes como nadie.

      Quien escribe éste artículo tuvo la posibilidad de concurrir el viernes por la noche al estadio Monumental , y, obviamente como la mayoría de las casi 60 mil personas que hubo en la cancha, siguió permanentemente el andar del crack del Barcelona sobre el verde césped. El capitán del seleccionado nacional es una invitación constante para que sus compañeros le cedan la pelota y sabe más que nadie en qué momento acelerar o en qué instante tocar de primera. Es dueño de los tiempos y de los espacios, los cuales muchas veces apareces gracias a su velocidad y el toque rápido.

   Los jugadores argentinos saben que cuando Messi se adueña de la pelota debe tener 2 o 3 opciones de pase para producir la pared, ésa acción del juego tan necesaria para destrabar defensas cerradas y que nunca pasará de moda (como si el fútbol fuese distinto en épocas). Estas esporádicas apariciones le alcanzaron al número 10 para ser una de las figuras contra la Vinotinto. Esporádicas porque es un futbolista que parece estar en otro partido u otra cancha, que hasta llegó a tomar agua en el mismo instante que la defensa venezolana salía desde el fondo por su sector. ¿Puede desempeñarse de la misma manera contra rivales más duros y de más nombre? ¿Reguló porque sabe qué rival que estuvo enfrente? ¿Podrá contra Alemania o España, en un hipotético choque mundialista, aparecer de a ratos? Seguramente no, y en consecuencia son estos los cotejos que sirven para ir aceitando su funcionamiento y el del equipo.

   En el Barsa es igual, con la diferencia de que sabe que detrás de él hay monstruos como Xavi, Iniesta o Busquets que dominan y mueven la pelota como pocos. En el conjunto catalán, Messi puede pasar varios largos minutos sin tocarla y el funcionamiento muchas veces lo deja sólo para que desnivele. En la selección se está aceitando la paciencia y se seguirá trabajando el estilo.

   Con la pelota en los pies es único. Junta varios contrincantes, toda una ayuda para la Argentina si sabe desplazarse cuando Messi es atorado. Cada vez que el esférico está en su pie zurdo pasa algo y casi nunca falla. De la mano del crack el país sueña con consagrarse en el Mundial de Brasil 2014 para levantar la tercera Copa del Mundo de su historia.

sábado, 23 de marzo de 2013

Prohibido olvidarse


A 37 años del Golpe Cívico-Militar


“Todo está guardado en la memoria, sueño de la vida y de la historia”, León Gieco en su canción La Memoria.

Por Lucas Abbruzzese


   Memoria, Verdad y Justicia. Tres palabras, tres valores que todo el mundo debe tener presente. Sin ello es muy difícil avanzar en la construcción de un mundo mejor. ¿Cómo progresar si se cometen errores del pasado? ¿Cómo progresar si se vive una vida de mentiras y engaños? ¿Cómo progresar si no hay sociedades justas e igualitarias?

   La Argentina de hace 37 años no fue una más. Jorge Rafael Videla, el entonces jefe del Ejército Nacional, dictó el 24 de marzo de 1976 un comunicado en el que dejó en claro que los milicos tomaban el poder. Ése mismo que en 1979 contestó que un desparecido “es un incógnito ni muerto ni vivo”. Las Fuerzas Armadas oficializaron su proclamación en el poder de esa manera, pero el país ya vivía tiempos duros desde hacía dos años con la Alianza Anticomunista Argentina (AAA), comandada por José López Rega, la mano derecha del expresidente Juan Domingo Perón en el exilio.

   Nada fue casualidad ni pensado de la noche a la mañana. Todo estuvo premeditado y planificado. No hay que olvidarse de los cómplices. Hay que recordar que personas que actualmente están trabajando en los medios fueron componentes favorables al gobierno de facto. Prohibido olvidarse que sin el apoyo civil no hubiera habido golpe. Prohibido olvidarse de las empresas, de los ciudadanos, de la jerarquía eclesiástica, de diversos medios de comunicación (que crecieron gracias a su compromiso con la dictadura), etcétera, que formaron parte del aparato del terror y del silencio. Todo fue la dictadura. Pensar distinto era sinónimo de secuestro, de torturado o de ser lanzado desde un avión, con una piedra colgando, hacia el Río de la Plata. La "rebeldía" era causa y motivo suficiente para sentir que tu tiempo estaba contado. NINGÚN REPRESOR MÁS PUEDE FALLECER EN SU CASA. ¡CÁRCEL COMÚN PARA TODOS LOS GENOCIDAS!

   Los intereses económicos, la conveniencia y el apoyo de Estados Unidos fue fundamental. José Alfredo Martínez de Hoz, Ministro de Economía de la dictadura muerto hace unos días, fue el símbolo de las grandes corporaciones para idear y llevar a cabo la etapa más negra de la República Argentina. ¿Por qué? ¿Por qué pasó lo que pasó? ¿Vale todo por un interés? ¿Hasta dónde llegar? ¿Hasta qué punto tirar a la basura la vida?

   Es un deber tener un compromiso con la memoria. Hoy y siempre hay que recordar lo sucedido y valorar la democracia. Existen 30 mil razones y mucho más para no retroceder. No existen las banderas políticas en éstos recuerdos. Hay que exigir que NUNCA MÁS suceda lo que pasó. Hay que tener enorme respeto por las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, quienes causan emoción cada vez que se expresan porque representan el amor, la lucha y la dignidad de una mujer. Prohibido olvidarse.

“Libertad era un asunto, mal manejado por tres...Comer era subversivo, para el señor militar”, Pìero, en Para el pueblo lo que es del pueblo.


viernes, 18 de enero de 2013

Quedar afuera no es el problema


Por Lucas Abbruzzese

    El seleccionado argentino Sub-20 volvió a decepcionar en una competición internacional. Ésta vez fue en el Sudamericano jugado en su país, donde ni siquiera logró clasificarse al hexagonal final para tratar de lograr una de las cuatro plazas que otorga dicho certamen al Mundial de la categoría en Turquía, cuyo comienzo va a ser el 21 de junio. ¿Realmente el problema es la no clasificación? ¿No habrá que hilar más fino y (no) encontrarse con un no proyecto?


   Si hay algo que el fútbol nacional tuvo, tiene y tendrá en demasía son juveniles futuros cracks. Sin embargo, como el deporte más popular del mundo es colectivo, y en el cual la mayoría de las veces ganan los que mejor lo llevan a cabo en conjunto, se necesita tiempo de trabajo, ideas, convicciones, un programa, formadores capaces de ENSEÑAR. Laburo. Parece que todo eso se olvida y sólo sirve ganar. ¿Qué se obtiene campeonando en un Mundial Sub-20? ¿Sirve de algo si ese título llega gracias a individualidades y no por un proyecto serio detrás? Si el fin debería ser FORMAR futbolistas para que luego el seleccionado mayor los utilice ya con una idea clara.

   Las improvisaciones deben dejarse para que se desarrollen sobre el verde césped, no al momento de contratar un director técnico y que salga lo que se pueda. A José Néstor Pekerman, que asumió como entrenador del Sub-20 en 1994 y permaneció por casi una década, se lo criticó mucho porque se decía que con buenos jugadores cualquiera gana campeonatos. Una pavada (si no fíjense en el actual plantel juvenil y los nombres que hay. Falta el camino a seguir) enorme porque el DT convenció a quienes lo contrataron por su proyecto. Y así le fue: 3 campeonatos mundiales en el primer puesto. Pero, insistiendo en lo mismo, lo importante no era el trofeo, sino que se formaban futbolistas. Por sus manos pasaron unos muy jóvenes Riquelme, Aimar, Sorín, D`alessandro, Saviola, Maxi Rodríguez, Samuel, Cambiasso, etcétera, etcétera, etcétera. En el 2003 se fue, pero el que subió a la dirección técnica fue su ayudante de campo, Hugo Tocalli, quien siguió por la misma senda. El cordobés renunció tras la obtención del Mundial 2007 porque Julio Humberto Grondona, el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), decidió no renovarle a su ayudante Miguel Ángel Tojo. ¿Diferencias entre ellos? ¿Los nombres por encima de los proyectos?

   O tal vez haría faltar retroceder un poco más el tiempo y situarse en 1979, año en el que el juvenil dirigido por César Luis Menotti, representado a la perfección en la cancha por un tal Diego Armando Maradona y Ramón Ángel Díaz, le mostró el camino al fútbol argentino de cómo se disputa el fútbol. Toque, gambeta, engaño, desequilibrio, amor por el balón, eso que tanto hace falta en la actualidad.

   Sergio Batista, Walter Perazzo y ahora Marcelo Trobbiani no encontraron un rumbo y poco demostraron de estar a la altura del seleccionado argentino Sub-20. Los proyectos estuvieron ausentes y así se está, en plena decadencia. ¿Ya no salen tan buenos futbolistas o no se los forma como corresponde? ¿De qué sirve lamentarse de una eliminación si de nada iba a servir clasificar a siguientes instancias? Hay que analizar más profundo y también buscar responsables en quiénes contratan a los que deben tener la responsabilidad de formar futbolistas.

   Si seguirá o no Trobbiani no es la cuestión, sino la falta de proyectos y el armar todo en el momento, a la marcha. Más preocupante aún es la falta de interés y ganas que hay por cambiar la situación. ¿El ganar ya seguirá ensuciando al fútbol? ¿El negocio de que sólo sirve triunfar hasta cuándo seguirá prevaleciendo? ¿Tanto cuesta en pensar en el largo plazo y olvidar para siempre el amiguismo?