A 37 años del Golpe Cívico-Militar
“Todo está guardado en
la memoria, sueño de la vida y de la historia”, León Gieco en su canción La
Memoria.
Por Lucas Abbruzzese
Memoria, Verdad y Justicia. Tres
palabras, tres valores que todo el mundo debe tener presente. Sin ello es muy
difícil avanzar en la construcción de un mundo mejor. ¿Cómo progresar si se
cometen errores del pasado? ¿Cómo progresar si se vive una vida de mentiras y
engaños? ¿Cómo progresar si no hay sociedades justas e igualitarias?
La Argentina de hace 37 años no
fue una más. Jorge Rafael Videla, el entonces jefe del Ejército Nacional, dictó
el 24 de marzo de 1976 un comunicado en el que dejó en claro que los milicos
tomaban el poder. Ése mismo que en 1979 contestó que un desparecido “es un
incógnito ni muerto ni vivo”. Las Fuerzas Armadas oficializaron su proclamación
en el poder de esa manera, pero el país ya vivía tiempos duros desde hacía dos
años con la Alianza Anticomunista Argentina (AAA), comandada por José López
Rega, la mano derecha del expresidente Juan Domingo Perón en el exilio.
Nada fue casualidad ni pensado de
la noche a la mañana. Todo estuvo premeditado y planificado. No hay que
olvidarse de los cómplices. Hay que recordar que personas que actualmente están
trabajando en los medios fueron componentes favorables al gobierno de facto. Prohibido olvidarse que sin el apoyo civil no hubiera habido golpe. Prohibido olvidarse de las empresas, de los ciudadanos, de la jerarquía eclesiástica, de diversos medios
de comunicación (que crecieron gracias a su compromiso con la dictadura), etcétera, que formaron
parte del aparato del terror y del silencio. Todo fue la dictadura. Pensar distinto era sinónimo de secuestro, de torturado o de ser lanzado desde un avión, con una
piedra colgando, hacia el Río de la Plata. La "rebeldía" era causa y motivo suficiente para sentir que tu tiempo
estaba contado. NINGÚN REPRESOR MÁS PUEDE FALLECER EN SU CASA. ¡CÁRCEL COMÚN PARA TODOS LOS GENOCIDAS!
Los intereses económicos, la
conveniencia y el apoyo de Estados Unidos fue fundamental. José Alfredo Martínez de
Hoz, Ministro de Economía de la dictadura muerto hace unos días, fue el símbolo
de las grandes corporaciones para idear y llevar a cabo la etapa más negra de la
República Argentina. ¿Por qué? ¿Por qué pasó lo que pasó? ¿Vale todo por un
interés? ¿Hasta dónde llegar? ¿Hasta qué punto tirar a la basura la vida?
Es un deber tener un compromiso
con la memoria. Hoy y siempre hay que recordar lo sucedido y valorar la
democracia. Existen 30 mil razones y mucho más para no retroceder. No existen
las banderas políticas en éstos recuerdos. Hay que exigir que NUNCA MÁS suceda
lo que pasó. Hay que tener enorme respeto por las Madres y las Abuelas de Plaza
de Mayo, quienes causan emoción cada vez que se expresan porque representan el
amor, la lucha y la dignidad de una mujer. Prohibido olvidarse.
“Libertad era un asunto, mal manejado por tres...Comer era subversivo, para el señor militar”, Pìero, en Para el pueblo
lo que es del pueblo.