Por Lucas ABBRUZZESE
Una postal del del fútbol argentino. Peleas y discuciones.
Rosario Central y River Plate protagonizaron
ayer en el Gigante de Arroyito un aburridísimo partido en el que, según para los futbolistas,
consiguieron sumar 1 unidad en vez de perder 2. ¿Por qué dos de los cuatro
mejores equipos del torneo del Nacional B disputaron un un encuentro tan malo?
¿Tanto miedo a perder existe en un campo de juego? ¿No era mejor ir a buscar el
triunfo para quedar más cerca del ascenso teniendo en cuenta que sólo restan 3
fechas?
En la previa se analiza que si se enfrentan
quienes encabezan la tabla de posiciones se puede llegar dar un gran
espectáculo, divertido y atractivo; pero no, te equivocás. Últimamente en el fútbol
argentino cada vez que un partido lo juegan conjuntos que pelean por ser
campeón o ascender termina siendo aburrido, sin llegadas, con pocas emociones y
escaso fútbol. Otro ejemplo claro se dio en primera división hacer un par de
fechas cuando Boca y Vélez jugaron en la Bombonera y aburrieron durante 90
minutos. Vale aclarar que el que ganaba quedaba puntero del campeonato. ¿No es
mejor arriesgar y conseguir 3 unidades antes que cuidarse y lograr sólo 1?
Lo que está claro en el fútbol es que la
lógica no existe. Porque así como en la previa de un partido que enfrenta a
quienes van primeros se dice que “va a ser un gran partido”, también se especula
con que “van a aburrir” cuando chocan dos conjuntos que tratan de salvarse del
descenso y transitan por la parte baja de la tabla. Esto pasó el viernes en San
Martín de San Juan vs. Olimpo. Terminó 3 a 2 para los cuyanos manteniendo la
emoción hasta que el árbitro dio el pitido final. Con los bahienses casi
descendidos, ¿Jugar sin presiones hace que haya mejores partidos? Seguro, ya
que cuando un futbolista juega “relajado” puede sacar lo mejor de sí.
Todo está envuelto en la locura que se vive
en el fútbol doméstico. Se prefieren aburridos 0 a 0 antes que arriesgar,
convertir goles, triangulaciones, en fin, muy lindos espectáculos. Ojalá que
con el tiempo vaya cambiando esta mentalidad. Que se dentro de algunos años se
pueda observar un fútbol más atractivo, con decenas de llegadas a los arcos y
menos faltas y peleas. Todos quieren imitar el juego del Barcelona, pero nadie
hace nada por imitarlo.