miércoles, 16 de agosto de 2017

La discusión del cable

Tema 19. No faltaba mucho para que termine de sonar En el baldío. De repente, todo se apaga. Todo se silencia. La transpiración nos bajaba a pesar de la baja temperatura. Corrían los minutos. Incertidumbre. Tras un momento que pareció más de lo que fue, se escuchan las primeras pruebas de sonido. Las luces comienzan a encenderse. La tranquilidad volvió cuando Chizzo retornó para explicar que “siempre hay un boludo que se lleva puesto un cable”. Y agregó: “Vamos de vuelta. Las garras de un terrible ser…”.

Ese “vamos de vuelta” quedó en la cabeza. Porque, por un lado, padecimos a quien se llevó puesto el cable porque cortó un fabuloso tema y, además, uno de los momentos picos del recital. Pero, por otro, pudimos gozar que se tocara y cantara y agitara y saltara dos veces con ese temón. En sus ojos había hablado la tristeza. Vivir costó el pecado. ¿En qué quedamos entonces? En que le agradecemos a ese boludo que se llevó puesto el cable.

Pasadas las 10 de la noche, con la ansiedad a flor de piel, las pantallas gigantes se encendieron dándole paso a lo que iba a ser el comienzo del segundo de los cuatro espectáculos que ofreció el grupo de Mataderos. Un, dos tres y…Tripa y corazón. Es que “siempre que hay vida habrá esperanza”.

“No se puede destruir todo el sueño sin soñarlo”.

Fue un ambientazo el de la cancha de Huracán (parece un estadio hecho para estas grandes cosas). Por contexto, por la gente, por la voz intacta de Chizzo, por sonido, por los 30 temas. Porque es una banda, además de ser de las más convocantes del país, que nos hace pensar y reflexionar y gozar. No faltó Cuando Vendrán. Es que “tu empresa funciona bien en el caos, inventando analgésicos para poder vivir”. No podemos vivir dormidos. Mejor estar insoportablemente vivos.

El día anterior, el 1 de agosto, había sido el Día de la Tierra Madre, esa tan maltratada, saqueada y explotada. También se hizo presente Paja Brava y su “en la tierra crece hierba buena”. Nunca dejamos de estar Bien Alto. Hubo mucho Arte esa noche, sobre todo Infernal. No te olvides: corre riesgo al vivir.

“Aburrida sensación, de saber lo que viene. Si te sentás a esperar que vengan por vos los sentimientos, vas a esperar tanto tiempo que ya la vida estará de vuelta”.

Hacía una década que La Renga no tocaba en capital. Casi que mala palabra era. “La Ciudad está un poco dormida”, llegó a deslizar Chizzo, quien, claro, no le dio solo una connotación a esas seis palabras juntas. Vientos en cada salto, vientos desde el escenario, viento en cada pogo, vientos que empujaron…que empujaron a entender que “hoy cualquiera puede morir sin saber cómo fue vivir”.

“Hoy que no hay tiempo que perder, que todo anda a reloj, que se destruye sin razón, y la vida muere en un discurso”.

La pausa antes de la recta final puso en vilo a varios. He visto a varios irse. Pero el show no había terminado. El Rito permanecía y los corazones seguían sangrando. Y seguimos pensando y sintiendo que “no existo más que para vos”.


Que nunca te olvides de dónde saliste, de dónde venís, seguramente te lo repitieron hasta el hartazgo. Vale tenerlo en claro, más hoy, en tiempos en los que los intereses corren más rápido que los valores. Porque si “hay palabras que se disputan el poder y la gloria” es porque el circo que consumimos día a día nos quiere distraer. Nos quieren desbastar el inconsciente.

Y llegó lo último. Nos fuimos Hablando de la libertad. Le continuamos buscando una verdad al corazón. “Hice un lugar en el refugio de mis sueños, y guardé ahí mi tesoro más preciado, donde no llega el hombre con sus jaulas ni la maquinaria de la supervivencia, me fue más fácil intentar la vida que venderla al intelecto y la conformidad”.


Nos tocará morir. Que sea queriendo ser libres.