miércoles, 25 de julio de 2012

Berlín 1936: Los juegos nazis

Por Lucas ABBRUZZESE



   La política está metida en todo: en un debate, en una decisión, en una organización, en una movilización, etc., etc., etc. En los Juegos Olímpicos que se desarrollaron en Berlín en 1936 se involucró de lleno. Fue la edición olímpica utilizada por el militar alemán Adolf Hitler para hacer propaganda de su partido, el nazi.

   En 1933, Hitler tomó el poder alemán y provocó un gran malestar en muchos dirigentes internacionales, ya que la capital teutona había sido elegida en 1931 para ser la sede de la décima edición del evento deportivo más grande del mundo. En consecuencia a esto, una de las principales ideas que se pensaron fue la de un boicot a Berlín y al partido nazi. Lo que finalmente se acordó en varios países (entre ellos estaban Holanda, Gran Bretaña, Checoeslovaquia, Francia y Suecia) fue que se disputasen unos Juegos Olímpicos paralelos y en simultáneo a los de Berlín, pero en Barcelona, ciudad que había quedado segunda en la votación de 1931 por parte del Comité Olímpico Internacional. Finalmente España, pocos días antes de que empiece el espectáculo deportivo en su país, sufrió el estallido de la Guerra Civil Española el 17 de julio de 1936, y Por ende, se suspendieron los Juegos paralelos y Hitler continuó tranquilamente con su proyecto.

   Los objetivos del Fiurer eran hacer propaganda nazi e imponer y hacerle creer a todos los habitantes de la tierra que la raza aria era la superior y la única que valía la pena. Pelo rubio, ojos celestes, físicos de atletas, color de piel claro y muy ricos genéticamente era el prototipo ideal de persona que pregonaba el político alemán.

   Para que el Primer Ministro de Alemania lleve a cabo en su ciudad un evento de esta envergadura tuvo que tener apoyo del Comité Olímpico Internacional. Y así fue, ya que quien presidia dicho ente, el conde Henri De Baillet-Latour, coincidía con las ideas nazis y, por eso, le facilitó la organización del evento en su tierra. Luego lo advirtió a Hitler de que dejase participar en paz a los deportistas judíos, quienes ya eran perseguidos por el régimen nazi.

   El presupuesto gastado por los organizadores fue diez veces mayor al de Los Ángeles 1932. Además, en Berlín se transmitió la competencia por televisión por primera vez, aunque sólo fue para los ciudadanos alemanes.

   No todo le salió como quería al mandatario alemán porque la máxima figura y estrella de Berlín 1936 fue un atleta de color de piel morena, prototipo que Hitler detestaba. El nombre y apellido de ese deportista fue Jesse Owens, un estadounidense que consiguió cuatro medallas de oro en atletismo: en los 100 metros, en los 200 metros relevo, en los 4x100 y en el salto de longitud.
                                         Jesse Owens preparado para explotar                                           

   Además, la medallista más joven de la historia estuvo en esta edición del olimpismo moderno. Fue la norteamericana Marjorie Gestring, tras ganar el oro en el salto en trampolín con apenas trece años.



El medallero:

Pos.
País
Oro
Plata
Bronce
Total
1
Alemania
33
26
30
89
2
Estados Unidos
24
20
12
56
3
Hungría
10
1
5
16
4
Italia
8
9
5
22
5
Francia
7
6
6
19
6
Finlandia
7
6
6
19
7
Suecia
6
5
9
20
8
Japón
6
4
8
18
9
Holanda
6
4
7
17
10
Gran Bretaña
4
7
3
14
13
Argentina
2
2
3
7