viernes, 20 de julio de 2012

Los juegos antiguos

Por Lucas ABBRUZZESE
  
                               Una estatua de Zeus                              

   En el año 776 Antes de Cristo se comenzaron a disputar unos eventos deportivos llamados Juegos Olímpicos. Se realizaban en verano cada 4 años en varias ciudades griegas en reconocimiento a los dioses de aquellos tiempos. Pero el más importante era el que se desarrollaba en Olimpia, lugar ubicado a 300 kilómetros de Atenas, porque recordaba a quien fue, según explica la mitología griega, el dios más importante y fuerte de todos los tiempos, Zeus.

   Los Juegos antiguos se festejaban como un encuentro religioso, cultural y deportivo. Cada espectador debía llevar a un animal para sacrificar luego de la competencia, ritual de aquella época. Las primeras ediciones tenían como único deporte a las carreras de casi 200 metros a los alrededores de la ciudad. Los participantes se pasaban años en los gimnasios esperando ese momento. Con el correr de las competencias se fueron agregando las disciplinas de distancia, lucha y pentatlón, cuya conformación se basaba en el salto de longitud, lanzamiento de disco y bala y carreras de velocidad y lucha.

   El certamen no era sólo para griegos. Los ganadores se colocaban y recibían un collar de laureles. Durante muchos años no se les permitió la participación a las mujeres, luego esto se cambió con el tiempo, tanto que la primera mujer destacada y consagrada se llamó Kynisca de Sparta (destacándose en Tethrippon, el cual era una carrera de carros con caballos muy populares en la antigua Grecia y Roma). Además, el primer cronista fue el famoso poeta lírico Píndaro, en el 529 Antes de Cristo.

                                     La imágen de Píndaro
                     
   Se llegaron a disputar 293 ediciones hasta el año 394 después de Cristo, cuando, ya en la era cristiana, el emperador romano Teodosio los abolió porque los consideraba un espectáculo pagano, es decir, que iba contra sus creencias, las de que existe un solo dios para todos.